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Alma y Piel

Me dijeron...

<center><strong>Me dijeron...</strong></center>

Me dijeron que no hablara…
Me dijeron que mis palabras
no serian mas que viento a la deriva,
que no encontrarían en ninguna arena
una playa para reposar..
Me dijeron que mis palabras serian mutadas
en intenciones que en mi nunca se han hecho aflorar..

Me dijeron que no amara…
Me dijeron que mis sentimientos,
en el camino se convertirían en caricias filosas
que harían sangrar la delicadeza
de los que no saben amar…
Me dijeron que mi caricias se quedarían algún día secas,
frías… desnudas y sin un cuerpo a quien arropar..

Me dijeron que no llorara..
Me dijeron que era de tontos demostrar debilidad…
Que era de débiles
derramar la vida por los ojos robándoles vitalidad.
Me dijeron que no encontraría a nadie
que me pudiera consolar..
Y que en cambio encontraría a muchos
que se gozaran en burlar..

Me dijeron que no confiara…
Me dijeron que los más bonitos disfraces
ocultan las más temidas intenciones…
Que las mas sinceras palabras no siempre serian sinceras
para mi alma y sus decepciones..
Me dijeron que los abrazos no siempre me darían calor,
que las manos de los otros no siempre me darían amor…
y que en cambio podrían ser puñales
que hicieran brotar mi dolor.

Me dijeron que no volara…
Me dijeron que en el viento,
los espíritus de mis fracasos muertos,
Lacerarían mis alas y dejarían mis sueños,
con sus garras tuertos..
Me dijeron que mi debilidad no podría alzar mi cuerpo,
que mis ilusiones solo serian el veneno
de mi destino incierto..

Me dijeron que no cantara…
Me dijeron que mi voz no podría hacer nada…
Que tan solo sería pájaro volando
en los suelos rotos de mi hada..
Que tan solo sería serpiente dibujando caminos
sobre los oidos secos del que calla,
y así… nunca sería escuchada..

Me dijeron que no me entregara…
Me dijeron que al verme desnuda
no podría mas cubrir mis miedos…
Que no me quedaría mas que acunar mi piel
en la calidez de mis deseos..
Me dijeron que dejando al descubierto mi alma,
me vería presa de muchos juegos…
Que podrían muchos lobos anidar en la cuna de mis besos
y de mis sueños, dejando en ellos,
solamente una herida rota para mis lágrimas sin dueños.

Me dijeron que no escribiera…
Que no se puede hablar solo con las letras..
Que no se puede amar solo con palabras muertas ..
Que no se puede dejar correr un lagrima
con las letras yertas..

Me dijeron que no escribiera..
Que no podía confiar
en los colores de mis rimas..
Que no podía volar
solo con las alas de mis versos...
Que no podía cantar solo con la voz de mis silencios..
Que no me podía entregar,
solo... sabiendo que en mis letras irían todos mis sentimientos.

Me dijeron…
Me dijeron que no lo hiciera….
Pero nunca me dijeron, que nada de lo que dicen...
es totalmente cierto..

Reir Llorando

<center><strong>Reir Llorando</strong></center>

Viendo a Garrik -- actor de la Inglaterra --
el pueblo al aplaudirlo le decía:
"Eres el más gracioso de la tierra,
y más feliz..." Y el cómico reía.
Víctimas del spleen, los altos lores
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores,
y cambiaban su spleen en carcajadas.

Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
sufro -- le dijo --, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.
Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte;
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única pasión la de la muerte.

- Viajad y os distraeréis. - ¡Tanto he viajado!
- Las lecturas buscad. - ¡Tanto he leído!
- Que os ame una mujer. - ¡Si soy amado!
- Un título adquirid. - ¡Noble he nacido!
- ¿Pobre seréis quizá? - Tengo riquezas.
- ¿De lisonjas gustáis? - ¡Tantas escucho!
- ¿Qué teneis de familia? - Mis tristezas.
- ¿Váis a los cementerios? - Mucho... mucho.
... - De vuestra vida actual ¿tenéis testigos?
- Sí, mas no dejo que me impongan yugos:
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos, mis verdugos.
Me deja -- agrega el médico -- perplejo
vuestro mal, y no debe acobardaros;
tomad hoy por receta este consejo
"Sólo viendo a Garrik podréis curaros".
- ¿A Garrik? - Sí, a Garrik... La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquel que lo ve muere de risa;
¡Tiene una gracia artística asombrosa!
- ¿Y a mí me hará reir? - ¡Ah! sí, os lo juro;
Él sí; nada más él; más... ¿qué os inquieta?
- Así -- dijo el enfermo --, no me curo:
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.

¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reir como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reir se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
Porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuendo el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto,
y también a llorar con carcajadas.

Juan de Dios Peza

Fusiles y muñecas

<center><strong>Fusiles y muñecas</strong></center>

Juan y Margot, dos ángeles hermanos
que embellecen mi hogar con sus cariños,
se entretienen en juegos tan humanos
que parecen personas desde niños.

Mientras Juan, de tres años, es soldado
y monta en una caña endeble y hueca,
besa Margot con labios de granado,
los labios de cartón de su muñeca.

Lucen los dos sus inocentes galas
y alegres sueñan en tan dulces lazos;
él, que cruza sereno entre las balas;
ella, que arrulla a un niño entre sus brazos.

Puesto al hombro el fusil de hoja de lata,
el kepí de papel sobre la frente,
alienta el niño en su inocencia grata
el orgullo viril de ser valiente.

Quizá piensa, en sus juegos infantiles,
que en este mundo que su afán recrea,
que son como el suyo todos los fusiles
con que la torpe humanidad pelea.

Que pesan poco, que sin odios lucen,
que es igual el más débil al más fuerte,
y que, si se disparan, no producen
humo, fragor, consternación y muerte.

¡Oh, misteriosa condición humana!
Siempre lo opuesto buscas en la tierra;
ya delira Margot por ser anciana,
y Juan, que vive en paz, ama la guerra.

Mirándoles jugar, me aflijo y callo;
¿cual será en el mundo su fortuna?
Sueña el niño con armas y caballo,
la niña con velar junto a la cuna.

El uno corre de entusiasmo ciego,
la niña arrulla a su muñeca inerme,
y mientras grita el uno: Fuego, fuego,
la otra murmura triste: Duerme, duerme.

A mi lado ante juegos tan extraños,
Concha, la primogénita, me mira:
¡es toda una persona de seis años
que charla, que comenta y que suspira!

¿Por qué inclina su lánguida cabeza
mientras deshoja inquieta algunas flores?
¿Será la que ha heredado mi tristeza?
¿será la que comprende mis dolores?

Cuando me rindo del dolor al peso,
cuando la negra duda me avasalla,
se me cuelga del cuello, me da un beso,
se le saltan las lágrimas, y calla.

Sueltas sus trenzas claras y sedosas,
y oprimiendo mi mano entre sus manos
parece que medita muchas cosas
al mirar como juegan sus hermanos.

Margot que canta en madre transformada,
y arrulla a un niño que jamás se queja,
ni tiene que llorar desengañada,
ni el hijo crece, ni se vuelve vieja.

Y este guerrero audaz de tres abriles
que ya se finge apuesto caballero,
no logra en sus campañas infantiles
manchar con sangre y lágrimas su acero.

¡Inocencia! ¡Niñez! ¡Dichosos nombres!
Amo tus goces, busco tus cariños;
como han de ser los juegos de los hombres,
más dulces que los juegos de los niños.

¡Oh, mis hijos! No quiera la fortuna
turbar jamás vuestra inocente calma,
no dejéis esa espada y esa cuna;
cuando son de verdad, matan el alma.

Juan de Dios Peza

¿por qué?

<center><strong>¿por qué?</strong></center>

Callas…¿por qué callas?
Será porqué ignoras que si amarras las palabras,
Solo crearas un vacío que te ira consumiendo
esperando a que las abras.
Será porqué ignoras
que sin la vida de tu agua vuelta letra,
La flor de mis sueños se dormirá,
Y quedara ante mi desierta,
Esperando el día que sin ti morirá.

Te escondes… ¿Por qué te escondes?
Es que a caso no sabes que
en el jardín de la vida,
Quien así se oculta, no encuentra salida.
Es que acaso no sabes que mi Luna,
Te mira en su silencio con sus diamantes ojos,
Y que a cada paso que intentes de mis pasos,
ocultar tu cuna, encontrara mi ilusión una llave
para burlar tus cerrojos.

Te alejas… ¿Por qué te alejas?
Quizás porqué no sabes que son tus pies
los que edifican mi destino,
Quizás porqué no sabes que sin la luz de tus ángeles,
Mis demonios no logran encontrar camino.
Será entonces que mi piel ha de morir con frío,
y mis luchas sin brío,
Al verse este sueño, pintado con tu pluma,
de ti vacío.

Lloras… ¿Por qué lloras?
Es que acaso no sabes
que yo he derramado hasta mi alma,
Para que tus ojos guarden, de su belleza la calma.
Es que acaso no logras sentir en tus blancos ojos,
El beso de mi carne vuelta viento,
Que soñando con limpiar su despojos,
Ha llegado hasta sangrar su aliento.

Cantas… ¿Por qué cantas?
Será porqué ignoras que ese canto,
Si no es para mi, es puñal que rasga el alma.
Será porqué desconoces que la magia de tu voz,
Es la música del río en calma,
Pero cuando no toca mis aguas con su manto,
Me despoja de tu piel
y de su ritmo que pierde el encanto.

Ríes…. ahora ríes!
Mas no he de preguntarte ahora,
El porqué de tu alegría sonora.

Ríes, porqué sabes de mi beso,
De ese beso azul que no conoce suceso,
Que lo aparte de tus labios
que vuelan en mi mente como aves.

De ese beso...
Que no conoce puertas que lo retengan,
Jardines que lo pierdan,
Ni labios que lo muerdan..

De ese beso...
Que no sabe de llantos que lo disuelvan,
De cantos que sin ritmo lo quiebran,
Ni de mentiras que lo envuelvan.

Ríes, porque sabes que mi esencia
se ha impregnado en este beso,
Y que llevándose consigo mi corazón,
De mi piel no ha podido arrancar, por ti la pasión,
Haciendo así, de mi deseo, para siempre tu amante preso.

Solo queremos ser humanos

<center><strong>Solo queremos ser humanos</strong></center>

Aquí no llorò nadie!
Aquí solo queremos ser humanos!
darle paisaje al ciego,sonatas a los sordos,
corazón al malvado,esqueleto al viento,
coágulos al hemofílico,y una patada patronal
y un recuerdo que nos llora el pecho.

Cuando se ha estado debajo de las sabanas viudas.
Cuando se ha visto transitar el hambre
en sentido contrario.
Cuando se ha temblado en el vientre de la madre,
sin conocer aun el aire, la luz,
el grito de la muerte.
Cuando eso nos sucede, no lloran los ojos
sino la sangre humana y lastimada.
Aquí no llorò nadie!

Aquí solo queremos ser humanos!
recordarle la patria al desterrado
para verlo revolcarse en la nostalgia;
cargar un pan en una calle de hambrientos
para que se lancen a mordernos hasta el alma,
darle cara de gallina a la miseria
para que la pueda devorar el hambre,
darle sabor de trigo a la saliva sola
y espíritu de leche a la tormenta.

Cuando se ha nacido entre pañales rotos
y cuando se ha nacido sin pañales.
Cuando nos han limpiado pulcramente
el aparato digestivo.

Cuando se nos dice, comed,
comed vuestra miseria, desgraciados.
Cuando eso acontece,
no es llanto el que destilan las pupilas,
Es una simple costumbre de exprimir
los puños de los ojos y decir:
Aquí no llorò nadie, aquí solo queremos ser humanos:
Comer, reír, enamorarse, vivir,
Vivir la vida y no morirla.
Aquí no llorò nadie.

Otto Renè Castillo